Recorreré la formas
Es imposible que nos perdamos el uno al otro.
Recorreré los astros
durante milenios,
adoptare todas las formas,
todos los lenguajes de la vida,
para volver a encontrarte una sola vez.
JOHANN F. HÖLDERLIN
***
Porque recorro el mundo consciente
y no te encuentro.
Porque recorro el del inconsciente
y te echo de allí.
Porque no puedo controlar el onírico.
Y no pretendo entenderlo,
entenderme,
ni que sea entendible.
***
Anoche.
Estuve "contigo pero sin ti".
Soñé que encontraba una foto.
Doblada en cuatro, en blanco y negro.
Como perdida entre algunas de tus cosas,
junto a otros papeles.
Recuerdo bien el contenido de los escritos.
Pero no llegué a ver la foto.
En el sueño intentaba abrirla varias veces y cuando estaba por hacerlo sucedía algo que me lo impedía. Nunca supe qué mostraba la foto, con la certeza de que en ella se escondía el secreto que contaba. En cambio aparecían personas -esas que uno desea no ver- que eran quienes impedían que yo supiera de qué se trataba.
Finalmente una imagen es una imagen.
Esta ni siquiera llegó a ser.
Cuando desperté recordé algo que me mostraste alguna vez, niños junto a una maestra en un fin de cursos. La memoria me devolvió al niño de los ojos grandes, aquel que me observaba con temor en aquellas extrañas apariciones.
La foto que no abrí no era aquella de tu escuela primaria.
Posiblemente no tuviera ninguna vinculación con el niño fantasma.
O sí. De todos modos jamás lo sabré.
Pero vos tal vez entiendas lo que significa.
Pensando en eso te lo dejo.
Aquí.
Porque hay seres que nunca se van del todo.
Recorreré los astros
durante milenios,
adoptare todas las formas,
todos los lenguajes de la vida,
para volver a encontrarte una sola vez.
JOHANN F. HÖLDERLIN
***
Porque recorro el mundo consciente
y no te encuentro.
Porque recorro el del inconsciente
y te echo de allí.
Porque no puedo controlar el onírico.
Y no pretendo entenderlo,
entenderme,
ni que sea entendible.
***
Anoche.
Estuve "contigo pero sin ti".
Soñé que encontraba una foto.
Doblada en cuatro, en blanco y negro.
Como perdida entre algunas de tus cosas,
junto a otros papeles.
Recuerdo bien el contenido de los escritos.
Pero no llegué a ver la foto.
En el sueño intentaba abrirla varias veces y cuando estaba por hacerlo sucedía algo que me lo impedía. Nunca supe qué mostraba la foto, con la certeza de que en ella se escondía el secreto que contaba. En cambio aparecían personas -esas que uno desea no ver- que eran quienes impedían que yo supiera de qué se trataba.
Finalmente una imagen es una imagen.
Esta ni siquiera llegó a ser.
Cuando desperté recordé algo que me mostraste alguna vez, niños junto a una maestra en un fin de cursos. La memoria me devolvió al niño de los ojos grandes, aquel que me observaba con temor en aquellas extrañas apariciones.
La foto que no abrí no era aquella de tu escuela primaria.
Posiblemente no tuviera ninguna vinculación con el niño fantasma.
O sí. De todos modos jamás lo sabré.
Pero vos tal vez entiendas lo que significa.
Pensando en eso te lo dejo.
Aquí.
Porque hay seres que nunca se van del todo.